miércoles, 22 de octubre de 2008

Lavando el alma, limpieza de primavera.


Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando.

Llorar como un cacuy, como un cocodrilo... si es verdad que los cacuies y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.

Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca.

Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria.

¡Llorar todo el insomnio y todo el día!


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lloralo todo, pero lloralo bien


acordate que es nuestro trato

te quiero amiga...

Frank dijo...

Lloremos!

Frank dijo...

Lloremos!

Anónimo dijo...

y si leemos ese escrito de limpieza de primavera y hacemos de cuenta que la palabra llorar no esta escrita?

instrucciones: suplantar la palabra llorar en todo el texto... por un espacio en blanco.


y si tocamos fondo empezamos a subir... chau


un abrazo grande sigo sin bancarte.


sAn

Mariana dijo...

No iorei mai ei, vamo a toma un vinito que la vida es corta y beia ei! mamita.
te amo con el almai.
(todo tenia que terminar con i)

Anónimo dijo...

Lágrimas de oro!!!

¿En qué tendedero se monta el alma después de lavada?




Besos

M. Julieta dijo...

Sencillamente me enamoré de tu blog.